"Conmigo encontrarán descanso. Mi enseñanza es agradable y mi carga es fácil de llevar"(Mateo 11: 29b-30).
Cuando no conocemos a Jesús pensamos que la carga que se lleva sin Él es mucho más liviana porque creemos que las leyes y los límites solo ponen peso a nuestras vidas, pero olvidamos que precisamente el Señor ha puesto límites para que nuestras cargas no sean tan pesadas, ya que estos nos ayudan a tomar mejores decisiones. El yugo del Señor quizá se refiere al hecho de llevar una vida con base en sus enseñanzas, la “libertad” fuera de Él es una ilusión, porque terminamos siendo presos de nuestros propios deseos, dándole rienda suelta a lo que sentimos, muchas veces sin importar las consecuencias. Cuando la luz de Cristo alumbra nuestras vidas, nos damos cuentas que la verdadera libertad se encuentra en obedecer su Palabra.
Aprendí de Jesús que la libertad no significa poder hacer lo que me plazca, sino que significa poder tomar el control sobre mis propias decisiones.
Isabel Cristina Ocampo Quiceno
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