Es increíble cuánto podemos aprender de personajes aparentemente tan comunes y corrientes como lo era Zacarías, un sacerdote que junto con su esposa estéril esperaban el milagro de poder ser padres. ¿Cuánto tiempo llevas esperando un milagro? ¿Has visto que pasa y pasa el tiempo y aun no hay respuesta? pues a Zacarías le pasó exactamente lo mismo. Hoy quiero escribir para todas aquellas personas que se han desanimado porque no ven una promesa cumplida o porque simplemente lo que esperan "ha demorado tanto", que ya perdieron la esperanza de poder ver su sueño cumplido.
Cuando pierdes la esperanza tu corazón se entristece y viene la duda, pero lo que no ves es que todo a tu alrededor está conspirando y se está acomodando para recibir el milagro. Solo piensa en una mujer embarazada, desde el primer día no puedes ver su barriguita creciendo, sabes que algo se gesta pero no es sino hasta después de unos meses que ves como se materializa el sueño dentro, y solamente cuando llega el tiempo determinado por la naturaleza nace el bebe. De esa misma manera, tu milagro nace el día que está preparado para hacerlo. A veces somos nosotros mismos los que retrasamos el milagro, ¿Por qué Dios dejó mudo a Zacarías cuando el ángel le dijo que tendría un hijo? quizá porque la pérdida de la esperanza de tener un hijo, haría que Zacarías declarara palabras de duda; con nuestra propia boca podemos echar a perder el milagro, si tenemos una promesa nuestra misión es proclamar palabras de fe. Lo que decimos con nuestra boca debe estar en línea con aquello que esperamos de Dios, eres candidato a un milagro cuando aquello que esperas excede tus posibilidades y altera las leyes y las circunstancias del momento.
Todo milagro en tu vida tiene un tiempo de preparación (como la gestación durante el embarazo) y también una responsabilidad, Dios no te dará algo a menos que tengas lo que se necesita para manejarlo. Durante la espera no agaches la cabeza para mirar como tus circunstancias no cambian, mira hacia arriba para ver lo grande que es tu Dios; las oraciones que se hacen con fe nunca mueren y los milagros que se esperan con fe, siempre serán una realidad. Finalmente Zacarías fue padre y su hijo fue Juan el Bauista, uno de los hombres más importantes de la historia encargado de abrir camino a Jesús. Tu milagro tiene un propósito eterno ¡no te desanimes!
Isabel Cristina Ocampo Quiceno
instagram @loque.aprendi

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