Cuando leo la historia de Zaqueo, me encuentro con un hombre que tenía muchos impedimentos para buscar a Jesús, era recaudador de impuestos y por lo tanto odiado por los judíos y además era de baja estatura, por lo que acercarse a Jesús en medio de la multitud era una tarea casi que imposible, además vivía en un entorno donde el ver a un judío (Jesús) con un publicano (Zaqueo), era de mal gusto. La historia de Zaqueo es similar a la de todos aquellos que en algún momento intentamos acercarnos a Jesús, todos tenemos algún tipo de impedimento para hacerlo, ya sea físico, mental, espiritual o del alma. A Zaqueo no le importó y desafió sus impedimentos, se subió a un árbol y esto llamó la atención de Jesús. El Maestro le pidió ir a su casa y Zaqueo gozoso, accedió; y en ese lugar tan íntimo como lo era su hogar, fue donde Zaqueo tuvo un encuentro real con Jesús y como consecuencia, decidió devolver lo que había robado.
Esta historia me llevó a preguntarme dos cosas: ¿Cuál es el mayor impedimento que tengo para acercarme a Jesús? Y ¿Qué puedo hacer para llamar Su atención? Zaqueo me deja una enseñanza muy grande y es que ningún impedimento será demasiado grande para buscar a Jesús y que con mis limitados recursos puedo llamar Su atención. Lo mejor de buscarlo y de llamar Su atención, es que cuando nos encontramos con Él tenemos una vida de fruto; Zaqueo debía ponerse a cuentas con los demás devolviendo lo que había robado y de esta manera dio fruto; ¿En qué área de tu vida no has dado fruto aún, en tu carácter, en tu familia, en tu trabajo?, ¿No será que aquello que ves como un impedimento para buscarlo, es realmente la llave que abre la puerta para hallar una Verdad con la cual te asusta encontrarte?
Si sigues buscando en el lugar incorrecto, no encontrarás la llenura de tu corazón y tampoco la respuesta a las millones de preguntas que tengas, Zaqueo decidió desafiar los impedimentos y esto le cambió la vida. Hoy te desafío a que pases por encima de tus impedimentos, de tus limitaciones físicas y mentales, de los impedimentos de la época y te aventures a conocer el amor de Jesús.
Isabel Cristina Ocampo Quiceno
instagram @loque.aprendi
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